Por Magally Vite
Para vivir los encantos de la vida tranquila y relajada de las costas Oaxaqueñas, nada mejor que dedicar un día de tus vacaciones en Huatulco a visitar La Crucecita, un pintoresco pueblo que antes de la explotación turística de las Bahías de Huatulco era primordialmente agrícola y habitado por campesinos.
Se encuentra a tan sólo 1km de la Bahía de Santa Cruz en Huatulco, con ese aire campirano en donde el tiempo no corre prisa y en donde puedes caminar tranquilamente por su parque con su emblemático kiosco, y en el que se localiza la Iglesia de La Crucecita, cuya particularidad es que en el techo se encuentra el mural de la virgen de Guadalupe más grande del mundo. Alrededor de la plaza principal encontrarás varias tiendas para realizar tus compras en Huatulco. En ellas se venden recuerditos, artesanías de barro negro y los coloridos alebrijes en sus más variadas formas.
Uno de los atractivos principales de La Crucecita es el Mercado Municipal, localizado a tan sólo unas cuantas cuadras del parque y donde podrás degustar ricos antojitos típicos de Oaxaca como chapulines, tlayudas o chocolate caliente con pan de yema de huevo.
Además del mercado, en La Crucecita encontrarás varios de los famosos restaurantes de Huatulco con excelente gastronomía oaxaqueña. Asimismo, es el lugar idóneo para comprar un buen mezcal, ya que existen varias licorerías que venden esta típica bebida de Oaxaca.
Para conocer más a fondo este bello lugar, puedes tomar el Tour de ciudad Huatulco o el Tour Mar y Tierra y pasar unas inolvidables vacaciones en Huatulco.
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