Chiapas es uno de los 31 estados que junto con el distrito Federal
conforman la extensión del territorio mexicano. Ubicado en el sureste limita al
norte con el estado de Tabasco, al oeste con el estado de Oaxaca, al noroeste
con Veracruz, al sur con el Océano Pacífico y al este con el vecino país de
Guatemala.
Este es uno de los estados de más riqueza natural, no solo por la
belleza sino por la real importancia de sus ecosistemas pues presenta dentro de
los límites de su territorio nada menos que 36 áreas protegidas a nivel
nacional, una de ellas, la de Palenque, uno de los sitios arqueológicos más
importantes de todo el sureste mexicano, es a la vez Patrimonio de la Humanidad , declarada así
por la UNESCO
en el año 1987.
La naturaleza es uno de los grandes atractivos de Chiapas, no hace falta
conocer mucho para darse cuenta de ello apenas pisamos su suelo. Desde el
centro mismo de la ciudad se pueden ver las maravillas que nos rodean y nos
invitan a ir más allá, a adentrarnos en los senderos de bosques de pinares y en
esos paisajes incomparables que nos ofrecen por ejemplo la Cascada de Agua Azul o las
hermosas Lagunas de Montebello, por nombrar solo algunas de las más conocidas.
Dentro de estos atractivos de Chiapas podemos nombrar otro: la Concordia Zaragoza
una de las áreas naturales del municipio de la Concordia , que forma
parte del mapa chiapaneco. La fundación del municipio data del 14 de febrero de 1849, momento en el que solo
contaba con 11 calles. Este pueblo se erigió en los que solían ser los terrenos
de la hacienda de frailes de San Pedro de las Salinas, en la depresión central
de Chiapas. El territorio de este pueblo se divide en dos partes: una es
montañosa y la otra es un suelo semiplano.
El clima del lugar es parecido al de toda la región, siendo cálido y
húmedo, con lluvias durante la temporada de verano. Este tipo de clima favorece
el crecimiento de una vegetación del bioma bosque de encino-pino en el que se
pueden apreciar pinares de gran altura así como también otras especies tales
como el roble, la sabina, la manzanilla, el ciprés, el romerillo, el carnero,
entre muchas otras que convierten a este paisaje en un bosque abrumador de
verde que despide los aromas más variados y ricos.
Podemos encontrar en este lugar una fauna también variada y ver especies
como el llamado correcaminos, el venado, la iguana de rivera así como la iguana
de roca, la falsa nauyaca y la boa.
Al ser un área protegida su administración depende de la Comisión Nacional
de Áreas Naturales Protegidas, encargadas de preservar este que es, además de
unos de los lugares más ricos en biodiversidad uno de los mayores atractivos de
Chiapas.
Tomarnos el tiempo para conocer esta parte del estado de Chiapas es
poder ver otra cara del sureste mexicano, adentrarnos en el bosque espeso que
convierte todo a nuestro alrededor en una experiencia casi mística pues estamos
rodeados de la naturaleza en su estado más puro, sintiendo esos perfumes de los
árboles y de los troncos que viven allí hace cientos de años, así como también
escuchando el canto de los pájaros y sintiendo casi la vibración misma de la
tierra bajo nuestros pies.
Esta tierra parece haber quedado hechizada, o rodeada de la
espiritualidad de los pueblos originarios que supieron vivir en el estado de
Chiapas y dejar su legado no solo en forma de las construcciones de los sitios
arqueológicos sino también en cuanto a su relación con la naturaleza, una
relación que bien podríamos imitar a modo de homenajear a nuestros ancestros y
de preservar lo más rico que tenemos: la visa silvestre, una fuente inagotable
de energía y de recursos que se debe aprender a cuidar y, sobre todo, a
escuchar.
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